A la hora de comprar un inmueble se puede firmar el llamado documento o contrato de reserva de vivienda, que asegura la futura operación de compraventa. Descubre cómo es este contrato y qué implicaciones tiene para los implicados, además de las diferencias con el contrato de arras que tantas dudas genera.
¿Qué es un contrato de reserva de vivienda?
Un contrato de reserva de vivienda es aquel a través del cual un comprador reserva la vivienda a cambio del pago de una cantidad de dinero que posteriormente se restará del precio de la misma (conocida como «señal»), el vendedor se compromete a entregar el inmueble.
Es decir, firmar este contrato supone para el comprador la obligación de terminar adquiriendo la vivienda, y para el vendedor el compromiso de entregársela al comprador.
Este tipo de contrato se puede celebrar incluso para viviendas que todavía no se han construido, o que se encuentran en proceso de construcción. En estos casos, el vendedor queda obligado a terminar la obra con las características técnicas y de habitabilidad correspondientes.
Diferencias entre el contrato de reserva y el contrato de arras
Existe una figura similar al contrato de reserva de viviendas, que es el contrato de arras, consistente en un acuerdo entre dos partes para que se cumpla una obligación, que sería en este caso la compraventa de un bien inmueble. También en el caso del contrato de arras se entrega una suma de dinero que va a cuenta del precio de la vivienda.
Sin embargo, contrato de reserva y contrato de arras no son exactamente lo mismo. Hay una serie de diferencias, de las cuales las principales son las siguientes:
- El contrato de arras viene recogido en el Código Civil, sin embargo el contrato de reserva no cuenta con una regulación establecida. Por ello, el contrato de arras es más seguro a nivel jurídico.
- A diferencia de lo que ocurre con el contrato de arras, el contrato de reserva no puede rescindirse, a menos que en las cláusulas del contrato se hayan recogido unas causas de rescisión y estas se cumplan. Para rescindir el acuerdo de arras solo hay que pagar la indemnización correspondiente.
Entonces, ¿cuál de los dos contratos es más conveniente?
Depende de la situación, ya que si el comprador tiene la seguridad de que va a comprar la vivienda, es mejor que firme un contrato de reserva para que el vendedor no pueda vendérsela a otra persona.
En cambio, si no hay una certeza completa de poder comprar la vivienda, por ejemplo por estar pendiente de obtener la financiación para ello, será mejor firmar un contrato de arras para tener la posibilidad de rescindir el contrato si no se consigue el dinero.
Derechos y obligaciones de las partes firmantes
El contrato de reserva contiene una serie de derechos y obligaciones para las partes que lo firman.
Comprador:
- Al firmar el contrato de reserva de vivienda, el comprador adquiere el derecho a comprar el inmueble en el tiempo y al precio que ha pactado con el vendedor.
- Del mismo modo, la compra de la vivienda también se convierte en una obligación para el comprador, ya que no puede desistir de su idea aunque encuentre otra vivienda que le convenga más, y debe cumplir los plazos de entrega del dinero que se establecieron en el contrato.
Vendedor:
- El vendedor solo tiene una obligación: vender la vivienda al comprador.
Recordemos que el contrato de reserva solo se podrá rescindir en caso de que se haya incluido una cláusula en el propio documento que dé la posibilidad de hacerlo al cumplirse ciertas condiciones, o darse determinadas circunstancias.
Ventajas que tiene un contrato de reserva de un inmueble
La principal ventaja es que ambas partes se aseguran de que la compraventa se va a realizar, pero hay otras:
- El comprador obtiene tiempo para conseguir el dinero que necesita.
- Y por su parte, el vendedor puede realizar todas las gestiones correspondientes sabiendo cuál es el día exacto en el que tendrá que entregar la casa. También sabrá cuándo va a obtener el dinero por parte del comprador.
Modelo contrato de reserva en PDF
En el contrato de reserva se tendrán que recoger todos los acuerdos a los que han llegado el comprador y el vendedor. Esas cláusulas son obligatorias para las dos partes, y además sientan la base para el contrato de compraventa que se firmará después.
Pues bien, el documento de reserva tendrá que incluir la siguiente información:
- Nombres y datos personales tanto del comprador como del vendedor.
- Descripción de la vivienda; es decir, su dirección completa y superficie. En caso de haberlas también se tendrán que señalar sus propiedades anejas, como trasteros o garajes.
- Número de registro de la propiedad del inmueble, para comprobar la identidad del propietario actual de la vivienda, y que todo se encuentra en orden.
- Certificado de cargas, a través del cual se confirma que la vivienda se encuentra libre de cargas (hipotecas, alquileres, etc.).
- Cuantía de la señal, que si bien la tienen que acordar las partes, suele corresponder a una cantidad que va del 1% al 5% del precio de la casa.
- Procedimiento para el pago; esto es, cómo se va a pagar el resto del importe de la vivienda, y cómo se repartirán los gastos entre el comprador y el vendedor.
- Cláusulas de rescisión, que se refieren a en qué casos sería posible rescindir el contrato.