La residencia fiscal en España implica obligaciones impositivas y beneficios fiscales, de la Seguridad Social y en servicios públicos.
Para evitar problemas y disfrutar de los beneficios que hemos visto, hay situaciones en las que es necesario certificar dónde se tiene residencia fiscal. En especial, se garantizará el cumplimiento de las obligaciones impositivas, qué impuestos se debe pagar en el país y qué porcentajes son los aplicables.
El certificado de residencia fiscal también es útil para evitar cargas impositivas. Cuando la residencia fiscal está fuera de España, se justifica ante la Agencia Tributaria esta condición para evitar pago de impuestos.
¿Qué se tiene en cuenta para saber si eres o no residente fiscal en España?
La residencia fiscal en España es el requisito para un extranjero que tiene intereses económicos en el país o que permanece durante un tiempo prolongado en España.
Está regulada por la Ley 35/2006, de 28 de noviembre, que define la situación impositiva de las personas físicas y de las sociedades, residentes o no. En el artículo 9 de esta ley se establecen las condiciones para que una persona tenga residencia fiscal. En términos generales, se considera que una persona tiene residencia fiscal si cumple alguna de las siguientes condiciones:
- Permanencia. Si ha pasado más de 183 días, consecutivos o no, dentro del territorio español durante el año fiscal.
- Núcleo de intereses. Si tiene un centro de actividades económicas en España. Aunque la persona viaje durante todo el año y permanezca menos de 183 días en España, si tiene un centro económico de valor en el territorio, tendrá residencia fiscal.
- Residencia de cónyuge o hijo. También se presume que una persona tiene residencia fiscal en España cuando su cónyuge o hijo que dependen económicamente de ella, residen habitualmente en este país.
En general, la situación de residencia fiscal de un ciudadano común es muy clara. Sin embargo, especialmente en estos tiempos de globalización, puede haber casos complejos.
Importante: Si vives en España o vas a estar un tiempo en el país, debes saber la diferencia entre residencia fiscal y social antes de hacer ningún trámite.
Cómo se solicita un certificado de residencia fiscal en España
El certificado de residencia fiscal resuelve todas las dudas. Este documento permite certificar la situación ante la Agencia Tributaria a todos sus efectos. Es importante, tanto para cumplir con las obligaciones como para evitar ciertos pagos. Este documento es una prueba que acredita estar dado de alta en el Impuesto de Actividades Económicas. Contiene todos los datos de la actividad.
Existen dos vías para solicitar un certificado de residencia fiscal en España.
- De forma presencial en la sección Delegaciones y Administraciones de la Agencia Tributaria. Se debe solicitar cita previa a través de la web de la Agencia o por los teléfonos 901 200 351 o 91 13 40. Una vez presentada la solicitud, el certificado se podrá descargar de la Sede Electrónica o, si el interesado lo prefiere, será enviado a su domicilio registrado.
- Otra vía es internet, a través de la sede electrónica de la Agencia Tributaria. En ella se encuentra el modelo que debe presentarse. Por esta vía, generalmente el certificado se genera de forma inmediata. Se requiere firma electrónica, DNI electrónico o Cl@ve Pin.
Es necesario saber que el certificado de residencia fiscal en España tiene carácter informativo. No se puede interponer recurso alguno. Si la persona no está conforme con alguno de los datos, puede manifestar su reclamación ante la Agencia Tributaria en un plazo de diez días, mediante un escrito en el que se solicite la modificación correspondiente.
Cómo justificar que se tiene residencia fiscal en otro país
Cuando una persona reside o pasa mucho tiempo en España, pero tiene su residencia fiscal en otro, se aplican los acuerdos de doble imposición entre ambos países. Estos acuerdos establecen las reglas para determinar en qué país debe pagar impuestos en función de su situación específica. Tienen la intención de liberar de la doble tributación.
Para evitar que la Agencia Tributaria considere a una persona como residente a efectos fiscales, se debe presentar un certificado de residencia fiscal en otro país. En este documento, constará el registro de que la persona tiene su interés económico principal fuera de España, y, por lo tanto, no debe tributar como residente español.
¿Qué pasa si una persona presenta certificado de residencia fiscal en su país?
La Agencia Tributaria no la considerará como residente fiscal en España. Por lo tanto, no tomará en cuenta si vive en el país más de 183 días en el año, ni la situación de su familia.
Algunas consideraciones importantes a la hora de justificar residencia fiscal en otro país:
- El certificado de residencia fiscal fuera de España funciona de acuerdo con la normativa del convenio específico de España con el país involucrado.
- Tiene validez durante un año. Por lo tanto, solo sirve para el año en el que fue solicitado y debe renovarse año tras año si la situación de la residencia fiscal permanece incambiada.
- La mayoría de los países tienen los mismos criterios que España para definir la residencia fiscal de una persona. Si reside la mitad del año en territorio español, deberá justificar fehacientemente su núcleo de actividades económicas en el otro país. De lo contrario, es probable que no se le conceda el certificado.
- La Agencia Tributaria siempre recibe los certificados de residencia fiscal de países de la Unión Europea y de los Estados Unidos. Los procedentes de países asiáticos o de Oriente Medio suelen tener tramitaciones más complejas. En caso de que el país en el que se certifica residencia fiscal sea considerado paraíso fiscal, la Administración Tributaria podrá exigir que se pruebe la permanencia en ese lugar durante 183 días en el año.
La certificación de la residencia fiscal en España aporta seguridad jurídica y permite gestionar asuntos fiscales de manera adecuada. Si bien no es imprescindible consultar a un abogado para esta certificación, su actuación es valiosa para sanear dudas y obtener orientación personalizada de acuerdo a la situación específica del interesado.