Perito judicial: qué es, tipos, funciones y honorarios

La figura del perito judicial suele aparecer cuando en un juicio hay que aclarar determinadas cuestiones técnicas de una cierta complejidad. ¿Quieres saber en qué consiste el trabajo de este profesional? En ese caso sigue leyendo, porque en este artículo vamos a darte toda la información.

¿Qué es un perito judicial?

Un perito judicial es un profesional con unos conocimientos especializados que ha conseguido a través de unos estudios superiores, y que se encarga de dar información o su opinión a los Tribunales de Justicia sobre aquellos temas técnicos para los que se ha solicitado su dictamen.

Tipos de perito

Los peritos se pueden diferenciar teniendo en cuenta diferentes criterios. Veamos pues todas las distinciones posibles dentro de esta figura profesional:

Según su relación de dependencia

En este caso se diferencia entre:

  • Perito judicial o forense: es un funcionario del Estado.
  • Perito particular: trabaja por listas o de parte, y no está adscrito a la Administración de Justicia.

Según quién lo ha contratado

Si distinguimos al perito según de dónde procede su contratación, nos encontramos con los siguientes tipos:

  • Perito de oficio: es el perito forense, que como hemos visto antes es un funcionario estatal.
  • Perito de parte: se corresponde con el perito particular, y es contratado por una de las partes.
  • Perito nombrado por el Juzgado: se trata de un perito nombrado por una asociación o por el Juzgado mismo. Es elegido aleatoriamente entre todos los que forman parte de las listas profesionales.

Según su acreditación

Finalmente, en función del tipo de acreditación que presente el perito, podremos distinguir entre:

  • Perito inscrito: es un perito colegiado dado de alta en una lista de peritos de un colegio profesional, un sindicato, asociación, etc.
  • Perito certificado: se trata de un profesional que cuenta con el título necesario para realizar su trabajo, y que tiene una formación pericial específica.
  • Perito idóneo: tiene un alto nivel de conocimiento y experiencia en una determinada área, pero no el título habilitante.

Funciones del perito

Con independencia de cuál sea el tipo de perito que se haga cargo del asunto, este experto tendrá que desempeñar las siguientes tareas:

Redacción del informe pericial

Un informe pericial es una prueba independiente que se basa en la opinión experta del perito, y versa sobre cuestiones técnicas sometidas a litigio. La prueba pericial se debe realizar según marca la ley, y debe ser independiente, imparcial y objetiva, ya que debe servir como prueba en un proceso judicial. Aunque el perito haya sido contratado por una de las partes, no debe estar influenciado por esta.

Ratificación del informe pericial en el Juzgado

Tras entregar el informe pericial, el perito tendrá también que comparecer en sede judicial para ratificar lo expuesto en aquel documento. Si no acude, el juez puede suspender el juicio e interponer una multa al perito, e incluso podría iniciar un procedimiento contra él.

Casos en los que puede necesitarse un perito

Es necesario contar con un perito cuando se requiere una prueba de carácter técnico en un proceso judicial. O dicho de otra forma, siempre que se necesite un informe pericial para resolver un litigio o conflicto judicial.

Pero además es especialmente importante contar con un perito cuando la parte contraria aporta un informe pericial parcial y que no es exacto, para rebatirlo y poner de manifiesto la realidad.

¿Cómo contratar un perito?

Existen dos posibilidades a la hora de contratar un perito:

  • Contratar un perito de parte. En este caso habría que buscar un experto con formación adecuada para emitir un informe pericial en el caso, ayudando al letrado a preparar el caso.
  • Solicitar un perito judicial. Esto consiste en pedir al Juzgado la presencia del perito en el proceso, y pagar sus servicios. El propio Juzgado se encargará de nombrar a un experto por orden de lista, mediante un colegio profesional.

Honorarios de un perito: ¿Cuánto cobra?

No se puede hablar de unos honorarios exactos, ya que lo que cobre el perito en cada caso dependerá de las condiciones del mismo y su dificultad. No obstante, y generalizando bastante, podemos decir que un perito puede cobrar desde unos 300 hasta 5.000 euros por hacer un informe pericial.

Como vemos, el rango posible de honorarios es muy amplio en el caso del perito judicial. El precio final de sus servicios dependerá de distintos aspectos, tales como su especialidad, la rama legal en la que se encuadre el proceso, si hay que realizar pruebas en laboratorio o no, etc.

Preguntas frecuentes

En último lugar vamos a dar la respuesta a algunos de los interrogantes más habituales que suelen surgir en torno al trabajo realizado por el perito judicial:

¿Qué es un informe pericial y para qué se usa?

El informe pericial consiste en un documento formal que crea un perito para dar su opinión como experto sobre una determinada cuestión técnica. Se utiliza para objetivar todo lo que sea necesario demostrar en un litigio.

Dentro de un proceso judicial, el informe pericial sirve a las partes para demostrar fehacientemente los argumentos esgrimidos.

¿Qué documentación necesita el perito?

Para emitir su informe pericial, el perito necesitará todos aquellos documentos que guarden relación con la cuestión objeto de peritaje.

¿Quién es el que encarga un peritaje?

Podrá solicitar un peritaje cualquier persona o entidad que lo necesite, tanto para determinar si debería llevar algún asunto a juicio, como para demostrar algo ya en un proceso judicial.

También se puede aportar el informe de un perito para solucionar algún conflicto de forma amistosa. Y en el contexto de un juicio, también el Juez podrá solicitar un informe pericial para resolver.

¿Puede rehusar el perito de una peritación?

Depende del tipo de peritaje del que estemos hablando:

Si una persona quiere contratar a un perito de forma privada, este no tiene por qué aceptar si no lo desea.

Pero si el peritaje ha sido encargado por el Juzgado, el perito no podrá rechazarlo a menos que haya una causa que lo justifique. Hay distintos casos en los que el experto puede no aceptar hacerse cargo del informe, por ejemplo:

  • Cuando tiene una relación de parentesco con una de las partes, hasta un cierto grado.
  • Si tiene algún interés particular en el asunto.
  • Si le une una amistad íntima o enemistad manifiesta con una de las partes, o trabaja para ella.
María Gil

Es licenciada en Derecho en 2014 y tiene el Máster en Abogacía desde 2016. Por otra parte, trabaja desde 2015 redactando artículos en medios digitales y jurídicos. Dudaslegislativas le ha brindado la oportunidad de compaginar su vocación jurídica con la pasión por el mundo de Internet. Redes sociales: Twitter y Linkedin.