El derecho a reclamar una indemnización abarca los diferentes daños y perjuicios que una persona sufra por la acción u omisión de otra. Se pueden reclamar indemnizaciones por todo tipo de daños y perjuicios. Los daños morales y psicológicos son motivos válidos para estas reclamaciones.
¿Qué es el daño psicológico y moral?
El daño psicológico y moral es el conjunto de consecuencias negativas que sufre una persona como resultado de situaciones o eventos adversos. Este tipo de daño afecta el bienestar emocional, mental y moral, y puede ser causado por diversas circunstancias.
Puede tener un impacto significativo en la vida de las personas, manifestándose en problemas de salud mental, depresión, ansiedad, trastornos de estrés, entre otros efectos. Son daños que suelen afectar negativamente las relaciones personales y hasta pueden complicar la capacidad de trabajo y el desempeño académico.
Cuando una persona sufre de daños psicológico y moral por responsabilidad de acciones u omisiones de otra, tiene derecho a reclamar indemnización.
¿En qué casos se pueden reclamar los daños morales y psicológicos?
El requisito de base para que se pueda reclamar por daños morales y psicológicos es que estos problemas sean consecuencia de la negligencia u omisión de la persona considerada responsable. Los casos más frecuentes son:
- Violencia doméstica o familiar
- Violencia de género
- Accidente de tráfico
- Abuso o agresión sexual
- Difamación, injurias y calumnias
- Acoso de cualquier tipo, acoso telefónico, escolar (bullying), laboral (mobbing)
- Secuestros
- Robos
- Asesinatos
- Atentados terroristas
- Acciones negligentes de otra persona
Esta lista no agota los casos, por lo que para saber si corresponde o no solicitar indemnización por daños morales y psicológicos, es necesario analizar detenidamente las circunstancias.
¿Qué se necesita para reclamar los perjuicios morales y psicológicos?
El punto central de la reclamación de indemnización por perjuicios morales y psicológicos tiene dos componentes. Por un lado, es necesario certificar la existencia de los daños y de los efectos que provocan en la vida de la persona. Por otro lado, hay que demostrar que esos daños y perjuicios fueron causados por un responsable reconocido formalmente como tal.
Por lo tanto, lo primero que se necesita es obtener la documentación probatoria de los daños y perjuicios y de su vínculo con la acción u omisión del responsable.
Los informes periciales pueden tener un gran valor en las reclamaciones. El perito psicólogo realizará las pruebas especiales que permitan valorar la existencia de daños psicológicos y morales y de reconocer sus consecuencias.
En su informe, el perito transmitirá claramente los daños y las consecuencias emocionales, cognitivas, morales. Extraerá sus conclusiones que remitirán a las causas, que deben ser aquellas que implican a la persona o entidad a la que se reclama.
Por lo tanto, el perito psicólogo se encarga de la tarea de demostrar y valorar el daño psicológico y moral ante los Tribunales. En ocasiones, será el juez quien solicite la actuación de un perito psicológico, que actuará como su asesor, basándose en las pruebas y en su diagnóstico.
Cómo se calcula la cuantía de la indemnización por daños morales
Corresponde a la autoridad judicial la valoración del daño moral y psicológico en base a la cual se determinará la cuantía de la indemnización. Según la jurisprudencia, el juez determinará la cantidad económica con la que debe compensarse a una persona como consecuencia del daño que haya sufrido.
¿En qué se basa el juez? Los órganos judiciales no disponen de parámetros que les permitan cuantificar con criterios económicos la indemnización por daños morales y psicológicos. Por esta razón, los resultados de las valoraciones suelen ser tan diversos como las situaciones que generan la reclamación.
Los factores relevantes que se tienen en cuenta para la valoración del daño moral y la estimación de la indemnización, tienen que ver con el impacto en la calidad de vida de la víctima, la importancia y la cantidad de actividades que se ven afectadas.
En función de estas condiciones, se suelen considerar los niveles: perjuicio muy grave, perjuicio grave, perjuicio moderado y perjuicio leve. La diferencia entre ellos se encuentra en la pérdida de autonomía de la persona afectada para desarrollar las actividades de vida ordinaria. Estas diferencias van desde la incapacidad total para cumplir con las tareas esenciales, hasta secuelas leves que perjudican la realización de algunas actividades específicas de su vida.
Por todo ello, el juez valorará los daños y perjuicios considerando la gravedad del impacto en la vida de la víctima y determinará la indemnización a que tiene derecho.
También se considera el nivel económico previo de la persona que sufre daño moral, los cambios que la nueva situación le ocasionan, la posibilidad de recuperar su actividad y su vida normales y de superar el perjuicio que se le ha ocasionado.
Es importante considerar que la indemnización económica no repara el daño producido, ni lo hará desaparecer por sí sola. Pero permitirá a la persona que lo sufre la atención profesional para su rehabilitación personal que le ayude a retomar su vida social y su bienestar emocional.
Cómo reclamar los daños morales y psicológicos paso a paso
La reclamación se basa en documentos que prueben la existencia de los daños morales y los vinculen con la acción u omisión del responsable de los mismos.
El paso a paso para reclamar la indemnización es el siguiente.
- Paso 1. Recopilar todas las pruebas relevantes que respalden la reclamación. Se incluirán peritajes psicológicos e informes de profesionales, facturas de tratamientos, registros fotográficos, testimonios de testigos, entre otros. Todo registro que sirva para demostrar la situación que vivió y vive la persona puede resultar útil.
- Paso 2. Identificar a la persona o entidad responsable de los daños morales y psicológicos. Es necesario tener datos que permitan localizar al responsable.
- Paso 3. Presentar la solicitud. Se sugiere realizar un intento de acuerdo extrajudicial, negociando directamente con la persona o entidad responsable de los daños. Si no se consigue, se puede presentar la demanda judicial. Para interponer la demanda judicial se requiere de la presencia de un abogado, que se encargará de elaborar el escrito de demanda, de asistir a las audiencias, de organizar las pruebas que respaldan la reclamación. Comenzará el juicio.
- Paso 4. Obtención de la indemnización. Si la reclamación tiene éxito, el tribunal determinará la indemnización por los daños morales y psicológicos. La cuantía será establecida por el mismo tribunal.
La solicitud de indemnización por daños morales y psicológicos es compleja. La participación de un abogado resulta muy conveniente, en especial porque, debido a esos daños, la víctima necesitará apoyo constante en las decisiones.