La baja laboral no es en sí misma un motivo de inhabilitación para conducir. Todo depende de la causa de la baja laboral y de las recomendaciones del médico. Por lo tanto, si el estado físico, psicológico y emocional de la persona afecta las habilidades para conducir, no deberá hacerlo. Generalmente se aconseja no conducir estando de baja. A continuación, vamos a profundizar en este tema.
¿Se puede conducir estando de baja en el trabajo?
El Reglamento General de Conducción establece que los conductores deberán estar en todo momento en condiciones de controlar sus vehículos y de mantener su libertad de movimientos.
¿Quién determina si la persona puede controlar el vehículo y moverse libremente? El médico que evalúa su estado físico y que recomienda la baja laboral.
Por otra parte, la legislación establece que, mientras una persona está de baja por enfermedad o incapacidad laboral, debe cumplir con las indicaciones médicas para su recuperación. En definitiva, el objetivo de la baja médica es garantizar el bienestar del trabajador y facilitar su recuperación.
Por lo tanto, si el médico recomienda reposo, la persona no debe conducir. En síntesis, será el médico quien defina si la persona puede conducir o no estando de baja en el trabajo. Y lo que el profesional determine deberá cumplirse.
Hay algunas lesiones y enfermedades que impiden conducir cumpliendo con los requisitos del Reglamento General de Conducción. Es necesario tener presente que conducir con ciertas afecciones no solo afecta la seguridad personal, sino también la de las demás personas.
Importante: Es bueno saber que la multa por conducir estando de baja por una enfermedad que afecte la seguridad en el tráfico puede llegar a los 6000 euros. Además, en caso de que sufra un accidente de tráfico, el seguro puede negarse a cubrir cobertura adecuada por considerar que el conductor infringió las condiciones de la baja.
Conducir estando de baja por latigazo cervical (cervicalgia)
La cervicalcia o latigazo cervical se manifiesta por un intenso dolor que suele impedir moverse libremente. Por ejemplo, la cervicalgia que afecta la capacidad para girar el cuello, mantener la postura adecuada al volante, tener control y capacidad de reacción, impide conducir de acuerdo a lo que establecen las normas legales.
El latigazo cervical provoca diferentes síntomas. Además de la rigidez que dificulta los movimientos, sobrevienen vómitos, mareos, náuseas, dolor de cabeza. Y estas condiciones no permiten la concentración, la lucidez mental, la movilidad y los reflejos necesarios para conducir con responsabilidad y seguridad.
No puedes conducir con un latigazo cervical hasta que el médico haya aprobado la recuperación.
Conducir estando de baja por depresión
Aunque físicamente la persona que sufre depresión aparenta estar bien, su equilibrio emocional y psicológico suele afectarse. Por otro lado, generalmente los tratamientos por depresión incluyen medicamentos que alteran la capacidad de reacción y las percepciones de las personas.
Por todo ello, es probable que el médico indique no conducir estando de baja por depresión. Y si no lo hace, la persona debe tomar conciencia de su situación y, en lo posible, evitar hacerlo.
Conducir estando de baja por ansiedad
La ansiedad es una de las afecciones más frecuentes, según datos de la Organización Mundial de la Salud. El estilo de vida actual es un factor determinante de este trastorno.
La capacidad para conducir estando de baja por ansiedad puede depender de la gravedad de los síntomas y de la medicación que el conductor consuma. Es común que la persona con ansiedad experimente nerviosismo e inquietud permanentes, sufra mareos, taquicardia, exceso de sudoración.
En términos generales, la ansiedad obstaculiza la concentración, y, por tanto, impide que el conductor esté pendiente de la ruta y de lo que en ella acontece. Asimismo, puede afectar la capacidad de reacción, imprescindible para conducir de manera segura.
Por lo tanto, la persona que padece de ansiedad no debe conducir.
Conducir estando de baja por lumbalgia
La lumbalgia se caracteriza por provocar dolor intenso y dificultades para moverse. La persona que padece lumbalgia tiene dificultades para adoptar una posición conveniente para conducir.
En la práctica suele ocurrir que, ante cualquier movimiento, el dolor se agudice inesperadamente. Estos pinchazos dolorosos pueden ocasionar movimientos inconvenientes del vehículo y causar accidentes.
Se suma a esto el hecho de que la medicación que se recomienda por lumbalgia puede provocar somnolencia y lentitud para reaccionar, factores que impiden controlar el vehículo.
Por lo tanto, una persona que está de baja laboral por lumbalgia no debería conducir hasta que el médico apruebe la recuperación.
¿Se puede conducir estando en rehabilitación?
La capacidad para conducir estando en rehabilitación puede depender de muchos factores. Depende del tipo de lesión o enfermedad, de la rehabilitación en sí misma, de los síntomas. Es fundamental atender a la recomendación del médico.
Si una persona está en proceso de rehabilitación física después de una lesión o cirugía, por ejemplo, es importante tener en cuenta su capacidad para realizar movimientos seguros y cómodos al volante. También es necesario evaluar el efecto de la medicación sobre la lucidez y la capacidad de reacción.
Es fundamental consultar responsablemente al médico o terapeuta para obtener una evaluación precisa de la capacidad de conducir durante el proceso de rehabilitación. Estos profesionales podrán orientar a la persona acerca de lo que conviene a su situación específica.
El foco siempre ha de ser la seguridad vial, que garantiza el bienestar del conductor afectado por una lesión o enfermedad y de los demás usuarios de las rutas.
En caso de dudas acerca de las consecuencias legales de conducir estando de baja laboral, conviene consultar a un abogado especialista en tráfico. El profesional complementará la opinión médica con información legal.
Preguntas frecuentes
Algunas dudas y preguntas habituales, resueltas a continuación.
¿De cuánto es la multa por conducir estando de baja?
Tal y como establece el código de circulación, la multa por conducir estando de baja, cuando la enfermedad no sea compatible con la conducción, puede ascender hasta los 6.000 euros. Además hay que tener en cuenta el riesgo que supone para otros conductores.
¿Qué pasa si conduzco con una escayola en el brazo o pierna?
Dependiendo de cómo se considere la infracción, la multa puede ir desde los 150 hasta los 500 euros. Según si es una infracción grave, muy grave, o implica conducción temeraria. Además de la posibilidad de que te quiten entre tres y seis puntos de tu permiso de conducir.