Existen dos formas de emitir el consentimiento: el consentimiento tácito y el consentimiento expreso. Sin embargo, entre ambas existen diferencias sustanciales que se deben conocer y que explicaremos en este artículo.
Qué es el consentimiento tácito
El consentimiento tácito se produce cuando se da el consentimiento de forma indirecta, y no por escrito o a través de una acción física (por ejemplo verbal). Este tipo de consentimiento se puede dar incluso por omisión, como veremos más adelante.
Sin duda, el gran problema del consentimiento tácito es que puede incitar confusión o error. De ahí que en los asuntos importantes (por ejemplo en temas legales), y siempre que sea posible, sea mucho mejor manifestar el consentimiento de forma expresa.
Ejemplos de consentimiento tácito
Algunos ejemplos típicos de consentimiento tácito son precisamente por omisión, como indicábamos líneas atrás. Entre ellos, los siguientes:
- Si no recibimos indicación en contrario, utilizaremos sus datos para fines comerciales.
- En caso de que usted no me conteste antes de 30 días, le enviaré información comercial sobre terceros.
Qué es el consentimiento expreso
El consentimiento expreso es el que se da de manera explícita y directa, quedando registrado de forma que no deje lugar a dudas. Es habitual darlo por escrito, aunque también puede ser válido recogerlo verbalmente a través de una grabación, entre otras opciones.
En ámbitos como el laboral y el comercial, es sumamente importante que tan solo el consentimiento expreso sea válido, ya que de este modo se evita la incertidumbre que puede producir el consentimiento tácito.
Ejemplos de consentimiento expreso
Algunos ejemplos habituales de consentimiento expreso son los siguientes:
- Cuando un usuario contesta que sí a la pregunta de si consiente el tratamiento de sus datos, después de explicársele con qué fin se van a recoger los mismos.
- La configuración del almacenamiento de cookies en el navegador.
Diferencia entre consentimiento tácito y expreso
La gran diferencia entre el consentimiento tácito y expreso es que mientras el primero queda recogido de forma clara e inequívoca, de manera que no hay lugar a dudas, el segundo se expresa de una forma indirecta y que puede incitar a confusión. Por lo tanto, la forma más segura de emitir y alegar el consentimiento es siempre el consentimiento expreso.
El consentimiento en la RGPD
El Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) indica que se debe obtener el consentimiento expreso de los interesados en los casos en los que:
- Sea necesario tratar los datos personales de un menor de edad, en cuyo caso se necesita el consentimiento de este si es mayor de 13 años, y de sus padres o tutores legales si tiene menos de esa edad.
- Una tienda online o página web recoge los datos personales a través de formularios, caso en el que hay que solicitar el consentimiento del usuario para tratar sus datos.
- Se recogen datos biométricos.
- Se traten datos relacionados con la salud de los interesados.
- Se recojan datos de empleados que no resulten necesarios para el cumplimiento de las obligaciones que se deriven de la relación contractual con la empresa.
- El administrador de una comunidad deba ceder a terceros datos de los propietarios. Bajo ningún concepto se admitirá el consentimiento tácito de la comunidad de propietarios.