Modelo contrato de arrendamiento local en PDF y Word
El contrato de arrendamiento de local es un acuerdo sobre el uso de un bien inmueble de este tipo, por el que el arrendatario recibirá el pago de una renta por parte del arrendador, que es quien alquila el establecimiento. A continuación te dejamos varios documentos para descargar en PDF y Word para imprimir.
Diferentes versiones de documentos que sirven de modelo para el alquiler de un local. Tanto la versión en PDF para descargar, imprimir y rellenar a mano, como la versión en doc para completar los campos con tu editor de texto favorito (ya sea Word, libreoffice, entre otros).
¿Qué debes tener en cuenta antes de firmar un contrato de arrendamiento de local?
El contrato de alquiler debe tener un contenido mínimo, formado por las siguientes cláusulas:
Datos de las partes y del inmueble
En el contrato tiene que quedar recogida la identidad de ambas partes a través de sus datos, indicándose quién es el arrendador (es decir, el que cede el uso del local), y quién el arrendatario (que es el inquilino, es decir, quien adquiere el derecho a usar el inmueble).
También tienen que reflejarse los datos relativos al local que se arrienda, tanto su domicilio, como su referencia catastral y los metros cuadrados de los que dispone, entre otros.
Especificación de la renta
La renta mensual o anual a pagar tiene que recogerse en el contrato, junto con los impuestos vigentes al momento de la celebración del contrato.
Revisión de la renta
Debe incluirse la revisión de la renta, de acuerdo con el Índice de Precios al Consumo (IPC), o cualquier otro parámetro que establezcan libremente las partes.
Fianza
La Ley de Arrendamientos Urbanos establece la obligatoriedad de prestar una fianza con ocasión de la firma de un contrato de arrendamiento, que en el caso de que este verse sobre el alquiler de un local en el que desarrollar una actividad económica, equivale a dos mensualidades del pago del mismo.
Duración del contrato
La duración del contrato de arrendamiento de un local es libremente pactada por ambas partas. En el caso de que no se determine duración en el contrato, se considerará de 1 año.
Y tal y como establece la ley de arrendamientos urbanos:
Si esta fuera inferior a cinco años, o inferior a siete años si el arrendador fuese persona jurídica, llegado el día del vencimiento del contrato, este se prorrogará obligatoriamente por plazos anuales hasta que el arrendamiento alcance una duración mínima de cinco años, o de siete años si el arrendador fuese persona jurídica, salvo que el arrendatario manifieste al arrendador, con treinta días de antelación como mínimo a la fecha de terminación del contrato o de cualquiera de las prórrogas, su voluntad de no renovarlo.
Uso del local
Es fundamental que quede definido el uso de la actividad comercial para el que se firma el contrato de alquiler.
Conservación del inmueble
También resulta de vital importancia incluir esta cláusula, ya que de este modo el arrendador se asegura de que el arrendatario le devuelve el inmueble en las mismas condiciones en las que lo encontró al comenzar a disfrutar de su uso.
Se pueden recoger igualmente las posibles mejoras que pueda hacer el arrendatario, y si por estas tendría derecho a algún tipo de indemnización en el momento de rescindirse el contrato.
Impuestos y gastos
Lo más habitual es que sea el arrendatario quien se haga cargo del pago de la comunidad y de otros gastos como pueden ser los gastos derivados del mantenimiento de los contadores, el agua, la luz, etc. Al arrendador le correspondería pagar el IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles).
Reparaciones
Esta cláusula se refiere a las reparaciones que necesariamente se puedan tener que realizar por el uso habitual del local y el mantenimiento de sus instalaciones, y es el arrendatario quien tiene que hacer frente a las mismas.
Demora en el pago
Otro aspecto que resulta primordial que quede bien reflejado es lo relativo al retraso en el pago de la cuota de alquiler, determinándose qué ocurriría en tal caso.
Causas de resolución del contrato
También tendrían que establecerse las razones propias para resolver el contrato, evitando así posibles desacuerdos en el futuro. A continuación abordaremos esta temática con más detalle.